UNA HISTORIA DE RETRASOS Y CORRUPCIÓN.

En un mundo donde la imparcialidad es un espejismo, los juzgados y tribunales se convierten en laberintos de injusticia. Aquellos que buscan justicia, con la esperanza de que se respeten sus derechos, a menudo se ven atrapados en redes de prejuicios y favoritismos, sufriendo las consecuencias quienes deberían protegerlos.

CASO REAL.

Esto ocurrió en la ciudad de Machala, donde un ciudadano que se encontraba en un laberinto legal solicitó nuestra ayuda como profesional del Derecho. Este hombre había hecho lo que muchos harían en su situación, se acercó a un abogado para gestionar una rebaja de pensión alimenticia ya  que su situación económica había cambiado, y como es natural quería que la cantidad que debía pagar se ajustara a su nueva realidad. Sin embargo, la historia se tornó mas complicada de lo que esperaba.

Después de presentar la petición formal ante el juez, el abogado hizo todos los impulsos necesarios para que el juez tomara acción. A pesar de estos esfuerzos, el juzgador simplemente no se dignaba a hacer nada, como si el caso se hubiera desvanecido en el aire. Esto resulto frustrante por decir lo menos.

Desesperado tras su primer intento fallido, nuestro protagonista decidió contratar otro colega, con la esperanza de que esta vez las cosas fueran diferentes. El nuevo abogado presento un segundo incidente (petición) de rebaja de pensión alimenticia, pero para su sorpresa y desilusión, la respuesta fue la misma: ¡silencio absoluto! El juez al parecer tenía otras prioridades o simplemente decidió ignorar la situación.

Ya habían pasado tres años desde que inició este viaje legal lleno de tropiezos y redirecciones. Con el tiempo agotado y la paciencia en sus límites, nuestro cliente decidió finalmente llegar a nuestras puertas. Al enterarnos de su historia, supimos que debíamos actuar rápido. Entonces decidimos presentar un recurso legal denominado “Recusación” al juzgador. En palabras simples, estábamos pidiendo que el juez fuera apartado del caso debido a su falta de acción. La idea era sacudir un poco las cosas y poner al juez en la mesa, poniéndole al tanto que no iba a salir ileso de esta engorrosa situación.

Y aquí llega el giro inesperado de este asunto. La presentación de la recusación pareció encender una chispa en el juzgado. De repente este recurso legal, fue el detonante para que el juez  se de cuenta que existía esta petición de rebaja de pensión, entonces por intermedio de  su secretaria, se había comunicado con nuestro cliente a pedir disculpas por el “error” que había cometido, que se comprometía a agilitar la rebaja de pensión solicitada a cambio de que nuestro cliente no se presente a la audiencia de recusación. ¿Por qué? Porque el juez temía que pudiera enfrentar sanciones. Este dialogo sincero y, a la vez preocupante dejó a nuestro cliente en un dilema: presentarse a la audiencia y arriesgarse a castigar al juez o aceptar no hacerlo y obtener finalmente el avance que tanto necesitaba.

La decisión cayo sobre él. Aunque como abogados no queríamos ser parte de ese juego turbio que olía a corrupción, sabíamos que, sin la participación de nuestro cliente, no podríamos avanzar en el recurso legal de recusación. Así que ahí estaba, en un mar de dilemas éticos, tratando de encontrar la salida. Su decisión fue no presentarse a la audiencia.

Finalmente, después de mucho sufrimiento y un pago excesivo durante esos tres años, el caso de la rebaja de alimentos se resolvió a favor de nuestro cliente. Las pruebas presentadas eran contundentes, pero al final, el perjuicio económico ya estaba hecho. Tres años de pago excesivo en la pensión de alimentos que podían ser evitados.

No sabemos realmente por que el juez obstaculizo el desarrollo del caso. Tal vez eran amistades, tal vez simple indolencia. El hecho es que situaciones como esta son mas comunes de lo que parece en los pasillos judiciales, donde muchas veces se teme hablar por miedo a represalias. La lucha por la justicia había sido larga y dolorosa, y aunque se logró una resolución favorable, el sistema judicial había dejado una marca en este ciudadano.

Y así, la historia de nuestro cliente, una más entre tantas, nos recuerda que en la búsqueda de justicia en el Ecuador, a menudo nos encontramos con sombras que complican aún más el camino.

RECUSACION EN LA LEY ECUATORIANA

La Recusación es una figura jurídica que sirve para que una de las partes del proceso pida la separación del juez en el conocimiento del caso. La excusa y recusación se encuentra tipificada en el art. 22 del COGEP, el cual consta de 12 numerales como causales, sin embargo, no tiene disposiciones claras no define claramente qué se considera como retardo injustificado ni establece un plazo para presentar la demanda de recusación, aunque se podría tomar como referencia el plazo determinado en el Código orgánico de la Función Judicial, el cual establece a jueces la responsabilidad de despachar las causas en un plazo determinado.

CODIGO ORGANICO GENERAL DE PROCESOS (COGEP).

Trámite.-

El indicado en el COGEP, Capitulo III, art. 22-29

Art. 22

“5. Retardar de manera injustificada el despacho de los asuntos sometidos a su competencia. Si se trata de la resolución, se estará a lo dispuesto en el Código Orgánico de la Función Judicial.”

CODIGO ORGANICO DE LA FUNCION JUDICIAL

Art. 149 Recusación por demora en el despacho.

“… Si las conjuezas o los conjueces no dictaren la resolución dentro del termino señalado en este articulo, el Consejo de la Judicatura les impondrá a cada uno la multa de un decimo de remuneracion basica unificada del trabajador, por cada dia laborable de retardado…”

Además:

“… La recusación por falta de despacho constituirá falta disciplinaria y se tomará en cuenta para la evaluación de la jueza o juez…”

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